Perry y Garr, los dos señores refuerzos béisbol RD
Por años, Alonzo Perry ha sido bautizado como el señor refuerzo en la pelota dominicana por la grandeza acumulada durante ocho campañas con Tigres del Licey y Estrellas Orientales.
Es el único jugador con tres temporadas con diez o más jonrones en LIDOM, los cuales fueron disparados en los años 1951 (10); 1952 (11) y 1953 (11). Fue el primer pelotero en disparar 50 vuelacercas en la Liga.
Empero, muchos otros expertos consideran a Ralph Garr como el más grande importado que ha accionado en el béisbol dominicano, pues aunque apenas participó en cuatro campañas con las Estrellas sentó clase como el gran pelotero que un par de años después demostró sus habilidades en Grandes Ligas, principalmente con los Bravos de Atlanta.
Garr reforzó por primera ocasión a las Estrellas en la campaña de 1969-70 y de inmediato brindó demostraciones de sus facultades bateando para un astronómico .387 (204-78), Pero, al parecer el desempeño alcanzado en su primera estación era el preludio de lo que acontecerá tan rápido como en la estación siguiente, donde Garr sí dejó, sin proponérselo, una marca que tiene características de vitalicia, la de mayor average de bateo en la historia del béisbol (.457) y la de más cantidad de imparables con 105, ambos acontecimientos perdurarán por mucho tiempo en la historia de la pelota dominicana por no considerarlo eterna.
Garr es el único pelotero en el béisbol invernal en superar la barrera de 100 imparables en un torneo de 60 juegos, con sus 105 disparados en 230 turnos, hecho producido en la campaña de 1970-71. Se torna casi imposible en estos tiempos modernos del béisbol dominicano que algún otro jugador sea capaz de llegar hasta esta proeza.
Un total de 54 años está a punto de cumplir esta hazaña alcanzada por el jardinero oriental, quien en cuatro estaciones que reforzó a los paquidermos culminó con promedio de por vida de .412, el más elevado en la carrera de cualquier jugador que haya actuado en la pelota quisqueyana.
Su hit número 100 se lo conectó a Milciades Olivo, de los Tigres y el 105 fue un bambinazo contra Archie Reynolds, de las Águilas a quien Garr le bateó en el partido de 4-3 en el estadio Cibao.