La juvenil bolichera María Paula Hernández García está representando al país de la mejor manera en un deporte que no le llamaba mucho la atención.
El baloncesto, el voleibol y el fútbol eran las disciplinas que le apasionaban y practicaba a nivel colegial.
Los primeros intentos de Rosanna García, una de las damas del boliche dominicano, para que su hija de ocho años diera los primeros pasos en el Sebelén Bowling Center resultaron fallidos.
“El boliche no le gustaba, no le motivaba”, relata Rosanna, quien incursionó en el mismo a los pocos meses de inaugurada la moderna instalación deportiva en 1995.
“Yo dejé de traerla, la dejé tranquila para que siguiera haciendo los otros deportes que le gustaban más hasta que a los once años fue que se interesó de verdad y me dijo ´Mami quiero ir a La Bolera´ ”, recuerda con satisfacción.
“A partir de ahí se puso para eso”, manifiesta la Bolichera del Año de 1997, quien destaca la dedicación, disciplina y entusiasmo que desde entonces María Paula tiene por su nuevo hobbie.
“A medida que fui creciendo me di cuenta que no hay un mejor deporte que el boliche para uno crear una comunidad, vínculo, disciplina, paciencia”, declara la nueva portenta del boliche femenino del país.
“Uno aprende demasiadas cosas que con otros deporte también se aprenden, pero el boliche al ser una comunidad tan cercana y tan unida se siente más familiar y más personal”, recalca María Paula, quien a finales del pasado mes conquistó junto a Layla Dhawahra la medalla de oro en pareja en el Campeonato Centroamericano y del Caribe Juvenil de Boliche.
Ambas derribaron 2 mil 104 pines en los 12 juegos de la justa que tuvo lugar en San José, Costa Rica, para una media de 175 pines por juego.
No conforme con ello sumó plata en el todo evento femenino de la categoría Sub 21, así como en la modalidad de sencillos y en la final de maestras.
Pero más allá de la colección de preseas alcanzadas en su ascendente carrera, gracias al boliche estudia becada en un ciento por ciento desde 2021 en Savannah College of Art and Design ( SCAD ), una escuela de arte con sede en Atlanta.
Rápidamente se convirtió en una de las principales integrantes del ´team de bowling´ de esa casa de altos estudios en el Campeonato Universitario de los Estados Unidos (NCAA).
En mayo del próximo año, la aplicada, espigada y linda jugadora, quien se encuentra de vacaciones en el país, se graduará de Licenciada en Arte Industrial.
Del juego de su progenitora resalta la estabilidad mental, pues mantiene la concentración aun cuando las cosas no estén transcurriendo como desea.
“Yo tuve que aprender con ella y con otras porque no la podía copiar del todo porque es zurda y yo soy diestra. De ella, más que nada, aprendí de su juego mental porque cuando hay un fallo no importa porque queda mucho juego y hay que seguir para levantarlo con los demás. Es una persona muy resiliente”, expresa su progenitora.
María Paula tiene como referente a la estelar Aumí Guerra, con quien ha tenido el placer de jugar tanto en torneos nacionales como internacionales.
“Aumí ha sido campeona mundial y hoy día es la mejor bolichera que hay en el país. Entonces, obviamente, desde que yo era chiquita la veía porque uno siempre quiere copiar lo mejor”, destaca sobre la mejor jugadora dominicana de la historia.
“Su actitud se nota desde que se está poniendo los zapatos. Tiene presencia y cuando tira un strike se lo disfruta”, apunta.
Elogios
El inmortal Rolando Sebelén se volcó en elogios para Rosanna, a quien definió como una jugadora muy consistente y fogosa que es muy apreciada por todos.
“De María Paula puedo decir que es una jugadora estable, de coraje, que no pierde la concentración. Nunca está pendiente del juego del vecino. Es tranquila e inteligente, algo muy importante porque para se competitivo a nivel internacional hay que ser inteligente en la cancha y ella lo es. Así que esperamos que continúe dándonos frutos con su deseo de superación y agresivo juego”, enfatizó.
SEPA MÁS
Contraste
A diferencia de como ocurre en la rama masculina, en la que saltan a la vista Rolando Sebelén y sus hijos Rolly, Rolando Antonio y Raphy, no son muy frecuentes en el país las parejas de madre e hijas que se destaquen a un nivel superior.
Pocos casos
Don Rolando hizo un repaso y, además de Rosanna y María Paula, mencionó el caso de Annie Henríquez y su hija Chantal, así como el de Laura Sebelén y sus dos hijas.
