La delincuencia, la falta de agua potable y el polvo de las calles arropan a “Paraíso Escondido”
Alrededor de las 10:30 de la mañana del domingo, la vicepresidenta, Raquel Peña; el ministro de Educación, Ángel Hernández; miembros del Gobierno y distintas personalidades políticas, entre ellos aspirantes a alcalde por esa demarcación, estuvieron presentes en el acto de inauguración de la Escuela Básica Mamá Tingo, la cual tuvo una inversión de más de 130 millones de pesos.
Ese plantel educativo, cuya construcción inició a finales de la gestión de Leonel Fernández, fue entregado del glamur de las autoridades a la comunidad de Paraíso Escondido, un pequeño sector en Villa Mella que cuenta con al menos 12 de calles, de las cuales solo el perímetro donde se encuentra la escuela está asfaltado.
“Y eso la tiraron fue el viernes como un allante para que el Presidente (Luis Abinader) la viera, nada más le hicieron un pedacito y todo eso para allá abajo es prácticamente intransitable, el lodo nos está agobiando a nosotros, el lodazar es un problema cada vez que llueve”, indicó Rafael Mercedes, quien se apostó a unos pocos metros de donde se realizaba la inauguración para enseñarle a los medios de comunicación el punto justo en donde termina el asfalto pero el camino continua.
Según los residentes de la zona, todas las demás calles del sector se encuentran en esas condiciones por lo que polvo, y por consecuencia los problemas respiratorios y las alergias, son muy comunes por esos alrededores.
“Los otros días alguien dio a luz por acá y además de que para la ambulancia le fue más que imposible llegar, en esos días había llovido y el lodo era bastante y el polvo también y la preocupación de nosotros era que el bebé fuera afectado”, indicó Joselina Hernández.
La delincuencia
Joselina, de 26 años, trabaja en una banca de lotería y señala que los atracos son parte “del pan de cada día” y el patrullaje policial es cada vez más escaso.
“Aquí los otros días una muchacha salió del colmado y dos en un motor le cayeron atrás para atracarla, tú ves que después de las ocho de la noche nadie se puede ni siquiera parar en la calle porque la asaltan de una vez y la Policía aparece una vez y más nunca tú ves una patrulla”, indicó la joven que lleva 23 años de su vida residiendo en el sector.
La misma explica que para depositar una denuncia ante la Policía Nacional tienen que trasladarse hasta el centro de Villa Mella ya que el destacamento que les corresponde aún no ha sido terminado.
Falta de agua de potable
Las mismas fallas con las rutas dificultan el acceso a agua potable que tienen la mayoría de los moradores del sector.
“Aquí son muy pocos a los que les llega el agua y eso ha sido siempre, desde que se formó esto aquí y nosotros hemos luchado y dicho de todo pero no ha llegado una persona todavía a que nos resuelva ese problema”, añadió Hernández.