Donald Trump irrita a México y Canadá con amenazas arancelarias del 25%
La migración y el consumo de droga no se resuelven “con amenazas”, advirtió este martes México, muy tajante, a Donald Trump después de que este dijera que impondrá aranceles del 25% a su vecino del sur y a Canadá, donde el anuncio causó conmoción.
El republicano ya avisó horas antes de ganar las elecciones presidenciales que sancionaría a México y China con aranceles altísimos si no frenaban la entrada ilegal de migrantes y el narcotráfico.
Su vuelta a la Casa Blanca el 20 de enero estremece a sus vecinos y amenaza con crear un torbellino comercial que afecte a los precios de los automóviles, verduras y frutas importados de México, a la energía y materiales de construcción procedentes de Canadá y los teléfonos inteligentes, computadoras y baterías de iones de litio importados de China, entre otros muchos bienes.
“Presidente Trump, no es con amenazas ni con aranceles como se va a detener el fenómeno migratorio, ni el consumo de drogas en Estados Unidos”, afirmó la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al leer una carta que enviará este mismo martes a Trump.
En su red Truth Social el magnate de 78 años anunció el lunes que impondrá aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá hasta detener la “invasión” de drogas y “migrantes ilegales” el primer día de su presidencia, y uno adicional del 10% sobre los ya existentes a los productos de China.
En la misiva la presidenta izquierdista mexicana sostiene que la política migratoria de su país ha permitido reducir en un 75% el número de interceptaciones de cruces de migrantes desde diciembre de 2023 a noviembre de 2024, según cifras oficiales estadounidenses.
Y asegura que la mitad de estos migrantes llegan con una cita obtenida legalmente mediante la aplicación móvil estadounidense CBP One.
Las interceptaciones de migrantes han caído sobre todo desde junio, cuando el presidente demócrata Joe Biden decidió cerrar la frontera con México a los migrantes que solicitan asilo cuando se supere un tope de cruces irregulares.
Trump no solo quiere sellar esta frontera a los migrantes sino que se propone deportarlos masivamente y echar abajo las reglas que permiten su entrada legal, incluida la aplicación CBP One.
“Este arancel permanecerá en vigor hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los migrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país”, escribió el millonario.
Su relación con Sheinbaum se anuncia tensa.
“Problema de consumo”
En su carta, Sheinbaum atribuye la “epidemia” de fentanilo en Estados Unidos a “un problema de consumo y de salud pública” y asegura que México interviene “por razones humanitarias”.
Una afirmación que escocerá al presidente electo, quien achaca las decenas de miles de muertos por sobredosis de este opiáceo sintético en su país a los carteles de la droga mexicanos.
El embajador estadounidense en México, Ken Salazar, muy cercano a Biden, se mostró crítico con Trump.
Decir que la migración, el fentanilo y el tráfico ilegal de armas “es problema de un país u otro no es de veras ver el problema como es”, afirmó en rueda de prensa.
La mandataria mexicana aprovecha la carta para abordar precisamente el tráfico de armas, un tema de discordia.
“El 70% de las armas ilegales incautadas a delincuentes en México, proviene de su país. Las armas no las producimos nosotros, las drogas sintéticas no las consumimos nosotros. Los muertos por la delincuencia para responder a la demanda de drogas en su país, lamentablemente los ponemos nosotros”, recalca.
Aún así tiende la mano a su principal socio comercial, abogando por la “cooperación y entendimiento recíproco”.
Canadá también ha intentado apaciguar al republicano. El primer ministro Justin Trudeau aseguró haber hablado con él “de los lazos intensos y fructíferos” entre ambos países y de “los desafíos” en los que pueden “trabajar juntos”.
“Nadie ganará”
China ya lleva semanas anticipando lo que se le avecina. Trump prevé cobrarle un arancel adicional del 10%” además de los existentes sobre todas las importaciones chinas hasta que imponga la pena de muerte a los narcos que trafican con Estados Unidos. Se trata, según él, de una promesa incumplida.
Exige además que el coloso asiático intervenga para frenar la entrada de droga, sobre todo fentanilo fabricado, según Washington, con sustancias procedentes del país asiático.
“La idea de que China permite a sabiendas la entrada de los precursores del fentanilo a Estados Unidos va en contra de los hechos y la realidad”, afirmó Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington. “Nadie ganará una guerra comercial”, añade.
El gobierno chino y Biden intentan gestionar su rivalidad de forma responsable, según sus palabras, pero resta ver qué pasará con Trump.
El ministerio de Relaciones Exteriores chino por el momento se declara abierto “a mantener el diálogo y la comunicación”.