GOLF

Brenda Corrie merece estar en el Pabellón de la Fama

Hola Fiebruses. Poco tiempo después de empezar a jugar al golf tuve la gran oportunidad de conocer a Don Jack Corrie, único golfista instalado en el Salón de la Fama del Deporte Dominicano. Don Jack era un hombre gentil, de hablar suave pero contundente en sus ideas, a quien tuve la oportunidad de tratar y con quien pude discutir sobre variados temas del deporte, especialmente sobre la historia y la vida deportiva de sus principales protagonistas. Posteriormente conocí a su hija Silvia (nuestras hijas jugaban juntas en el Tour Juvenil), y a través de Silvia llegué hasta Brenda, y empecé a conocer su gran trayectoria. Recuerdo que me imbuí en su hoja de vida deportiva cuando lanzamos la revista Golf Digest en 2010 (de la que fui editor en jefe), decidiendo que la portada del segundo número sería con una figura local, y claramente Brenda era la primera opción. Hicimos la sesión de fotos en Cayacoa (campo que fundó y co-diseñó Don Jack), y desde que empezamos a hacer la entrevista me di cuenta de que Brenda debía acompañar al nacido en Barahona en el pabellón de inmortales. Cuando hurgué en sus números y sus hitos, supe que debía impulsar yo mismo la posibilidad de que eso sucediera. Pero una cosa es lo que pienso, y otra lo que piensa Brenda (para bajo perfil, que la busquen). Tuve que convencerla de dejarme presentarla al Comité del Salón de la Fama, y tras conseguir su autorización, envié su perfil, su biografía, y un resumen de sus grandes logros durante su ilustre y dilatada carrera amateur y profesional. Voy a tratar de esbozar un poco de su vida en este contenido, el cual espero les dé una idea de su magnificencia.

Graduada de la UNPHU

Brenda está casada desde 1991 con Eric Kuehn, con quien ha procreado 3 hijos: Corrie (26), Rachel (22), y Taylor (19). Es graduada de Administración de Empresas en la UNPHU, y de 1983 a 1986 estudió en la Universidad de Wake Forest en el Departamento de Administración de Empresas y Contabilidad, grado Bachelor of Science. Realizó su maestría en Administración de Empresas con especialidad en Finanzas y Emprendimiento, graduándose con alta distinción en el Babson College en Wellesley, MA, USA.

Ya participando en Wake Forest con los “Demon Deacons”, en su último año ganó dos títulos individuales de temporada regular y ayudó a llevar a WF al Campeonato ACC de 1986 como medallista (-10), score más bajo en los nueve años de historia del evento en ese momento. Corrie coronó la primavera de 1986 al hacer su tercera aparición en los Campeonatos de la NCAA, siendo seleccionada al equipo All America. Luego se hizo profesional y ganó su primer torneo en 1988, el Chattanooga Classic del Futures Golf Tour. Posteriormente recuperó su condición de amateur y se convirtió en una de las mejores jugadoras de EEUU, destacando su participación en el equipo de la Copa Mundial de EEUU de 1996, y dos selecciones para el equipo de la Copa Curtis. En 1988 tuvo marca de 4-0 y anotó los puntos de la victoria de EEUU, la primera en ocho años. Su carrera amateur incluye la clasificación a nueve U.S. Open y 13 U.S. Amateurs, resaltando cuando compitió en el U.S. Open Femenino de 2001 con ocho meses de embarazo de su hija Rachel, quien también lleva una carrera impresionante en el mundo del golf.

En Salón de la Fama

Corrie-Kuehn fue la segunda persona de Wake Forest en ser incluida en el Salón de la Fama de la NGCA, y la primera como jugadora.

Fue exaltada al Salón de la Fama del Deporte de Wake Forest el 30 de enero de 1999, y también fue elegida al Salón de la Fama de la Asociación Nacional de Entrenadores de Golf en 2004. En el país, junto a su padre, pertenece a la primera clase del Salón de la Fama del Golf Dominicano, siendo primera mujer en conseguir ese hito.

Ya casi retirada de competencias, de nuevo su amor por el juego la regresa a los fairways y acepta representar el país en el mundial del Irlanda en 2018 que se jugó en el en el Montgomerie and the O’ Meara Course at Carton House.

Se recuerda que para esa ocasión teníamos 33 años sin participar en un mundial, y allí, haciendo equipo junto a su hija Rachel y Stephany Kim, entre 57 países quedamos en el puesto 35, Rachel se ubicó en la posición 42 entre 170 jugadoras, y Stephany logró la hazaña de un hoyo en uno.

Brenda tiene 57 participaciones en eventos de la United States Golf Association (USGA), decenas de triunfos en EEUU y en el país, es un orgullo de Wake Forest, y a todo esto se une una vida intachable como madre, esposa, hija, hermana, deportista y altruista. Para mí, su entrada al salón de los inmortales es solo cuestión de tiempo, pues su vida y trayectoria, hablan por sí solas. 

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